jueves, 16 de octubre de 2014

El proyecto de Ley de Parques Nacionales pasa al Senado



Vía libre el negocio de los Parques Nacionales, que corren el riesgo de convertirse en parques temáticos. La nueva Ley prohíbe la caza, pero se reserva la figura del “control de poblaciones”, que se viene utilizando para permitir la caza.

La Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Congreso aprobó el pasado 24 de septiembre, con sólo los votos del PP, el Proyecto de Ley de Parques Nacionales, que ahora seguirá su tramitación parlamentaria en el Senado.

Todos los grupos de la oposición votaron en contra porque consideran que esta normativa invade competencias de las autonomías y porque resta protección a los parques nacionales.
La gestión de los parques nacionales ha generado tradicionalmente muchas fricciones entre el Gobierno y las comunidades autónomas, que han elevado sus quejas a los tribunales.
Esta normativa ha sido muy controvertida desde el inicio y ha sufrido importantes retrasos en su tramitación. El anteproyecto fue rechazado de plano por el Consejo de Estado, que consideró que invadía competencias de las autonomías y planteó dudas acerca de su constitucionalidad. El organismo llegaba a instar al Gobierno a reconsiderar “la totalidad del texto”. Sin embargo, el dictamen fue favorable a la presentación del texto al Consejo de Ministros.

El Consejo de Estado se quejó, asimismo,  de la urgencia con la que el Gobierno le pidió el dictamen (el pasado mes de enero, y no se ha votado hasta ahora) y le acusó de haber copiado literalmente la mayor parte de los artículos de la ley anterior, de 2007, socialista.

El texto se ha aprobado sin uno de los puntos más polémicos que contuvo en las primeras versiones: la posibilidad de urbanizar en estos espacios naturales.  El grupo popular introdujo una enmienda el pasado mes de junio, para rectificar el proyecto gubernamental que impulsaba el ex ministro Miguel Arias Cañete y que dejaba la puerta abierta a algún tipo de urbanización o edificación en ellos.

Esta Ley permite por primera vez usos turísticos en estos espacios protegidos, como por ejemplo el vuelo sin motor en el de Guadarrama o la navegación en el de Monfrague.

 La organización Ecologistas en Acción ha advertido de que la ley equivale a abrir las puertas al negocio en estos enclaves. "La máxima figura de conservación natural se degrada con las excepciones incluidas", ha manifestado la organización. Los parques nacionales "corren el riesgo de convertirse en parques temáticos, si la ley sale adelante sin cambios", ha añadido, y ha destacado la falta de consenso social. Una portavoz del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha afirmado que "los usos turísticos en los parques nacionales están recogidos desde 1916" y que "su esencia es precisamente no solo la conservación sino también su disfrute". Ha añadido que actualmente hay más de 30 empresas turísticas operando en parques nacionales.

La caza es otro de los aspectos controvertidos de la nueva ley, que la considera una actividad incompatible con los usos de un Parque Nacional, pero se reserva la figura del control de poblaciones –en el que se matan animales- y que se viene utilizando para permitir la caza. Formaciones como Seo –BirdLife, Ecologistas en Acción, WWF o Greenpeace han reclamado que se especifique que ese control de poblaciones solo podrán realizarlo técnicos del parque, y que no se deje en manos de cazadores.
Esta ley medioambiental introduce también como novedad la posibilidad de que el Estado pueda intervenir en caso de mala conservación por parte de las autonomías, catástrofes o situaciones extraordinarias que pongan en peligro la riqueza natural de estos enclaves, algunos de ellos Patrimonio de la Humanidad.

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