miércoles, 16 de julio de 2014

UNA ESPAÑA FEDERAL EN UNA EUROPA FEDERAL



El 16 de julio se presentó en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, un manifiesto titulado “Una España federal en una Europa federal”, en el que se reclama una negociación para llegar a una reforma constitucional de corte federal que resuelva el problema político creado en Cataluña con el auge del independentismo.

El texto ha sido  respaldado por intelectuales, escritores, sociólogos y catedráticos como Ángel Gabilondo, Fernando Vallespín, Carlos Berzosa, Belén Barreiro, José Manuel Caballero Bonald, José Luis Cuerda, Almudena Grandes, Luis García Montero, Manuel Gutiérrez Aragón, Amalia Iglesias, Juan Laborda, Emilio Ontiveros, y periodistas como Joaquín Estefanía, José Antonio Zarzalejos, Ignacio Escolar, Jesús Maraña o Fernando González Urbaneja.

Este manifiesto ha sido publicado un día después que otro, avalado por intelectuales, políticos y periodistas y liderado por Mario Vargas Llosa, en el que se reclama a los partidos y al Gobierno que planten cara al nacionalismo y no negocien con Mas de forma opaca.

Ha sido una coincidencia, explican los organizadores; estos manifiestos se llevan fraguando mucho tiempo y nadie pensó que coincidirían. "No sabíamos que se estaba fraguando el otro manifiesto que además habla de cosas muy diferentes. En cualquier caso no lo compartimos", ha señalado Nicolás Sartorius, que ha ejercido como portavoz. Pero lo cierto es que esta entrada en acción de la sociedad civil se produce a la vez y justo antes de la reunión de Rajoy y Mas que muy probablemente se celebrará antes de agosto.

Los firmantes, bajo el título “Una España federal en una Europa federal”, proponen una reforma federal que garantice cuatro cosas: "el reconocimiento de las identidades diversas que componen nuestro país". "El establecimiento de una cámara territorial con atribuciones legislativas exclusivas en sus competencias". "Una distribución clara de competencias entre la Administración general y las comunidades". "Una financiación justa y equilibrada, basada en los principios de igualdad de derechos, de solidaridad entre los territorios y de ordinalidad, en el sentido de que ninguna comunidad se empobrezca por causa de la referida solidaridad".

Este último punto es el más novedoso. La idea de la ordinalidad —un sistema que evite que el sistema de financiación altere el orden de las autonomías por importancia de su PIB— ha sido defendida incluso por el PP catalán pero todos los demás barones del PP se echaron encima de Alicia Sánchez Camacho cuando la planteó.

"Queremos hacer un gran debate en el que la ciudadanía se implique. Este no es un problema vasco o catalán, es un problema de España. Tenemos que hablar para que los políticos espabilen, lo que es insensato es que estemos bloqueados", ha sentenciado Sartorius en la presentación en el Círculo de Bellas Artes.

Si el texto de Vargas Llosa criticaba el "tacticismo" de Rajoy, aún sin citarlo, el presentado el 16 de julio también le reprocha su inmovilismo, sin citarlo directamente. "En Euskadi y Cataluña crece un movimiento independentista que pone en grave riesgo la unidad del Estado con consecuencias que entendemos serían nefastas para todos. Ocultar estas realidades, minimizar sus posibles efectos o adoptar actitudes inmovilistas sería una gran ceguera imperdonable que no podemos ni debemos permitirnos", señala. Y al final remata la idea: "Pensar que los problemas se arreglarán por sí solos o plantear una ruptura entre ciudadanos que llevamos tantos años conviviendo en la misma comunidad política solo conduciría a un estéril enfrentamiento. Seamos sensatos, a la vez que audaces, y abordemos las reformas constitucionales necesarias con el más amplio consenso, como hemos hecho en momentos decisivos de nuestra historia".

(El Pais)

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