TRATADO DE LIBRE
COMERCIO ESTADOS UNIDOS – UNIÓN
EUROPEA
Dentro del debate sobre las
Elecciones Europeas, está pasando desapercibida la gran trascendencia
del Tratado EE.UU-UE, que se
está negociando a espaldas de la opinión pública y que pretende ser
aprobado antes, incluso, de que tome posesión el Parlamento Europeo que salga
elegido el próximo 25 de mayo. La candidata de IU, Paloma López, hizo un amplio análisis de su
alcance en su intervención del 4 de mayo en Los Molinos
¿POR QUÉ NO AL TRATADO EE.UU – UNIÓN EUROPEA?
Por SANTIAGO GONZÁLEZ
VALLEJO-Economista USO
Primero, por las formas. No
es de recibo en sociedades democráticas que un asunto de este calibre, la
suscripción de un Tratado Estados Unidos y la Unión Europea de libre comercio e inversiones, por
parte de las mayores potencias comerciales, de inversiones, etc., del mundo, no tenga un
escrutinio y participación pública lo más extensa posible. Este Tratado
abarcará rebajas aduaneras y, sobretodo, unos cambios en las normas
regulatorias que influirán decisivamente en el ámbito de la producción y
prestación de bienes y servicios, afectando a sus calidades, reglas de emisión
de contaminación, a las inversiones, derechos de propiedad, capacidad
legislativa de los estados y otros muchos etcéteras, que. Este Tratado por su envergadura y
sus resultados provocará, sin ninguna duda, alineamientos de normas productivas
e inversiones a escala mundial.
Los negociadores, no puramente tecnócratas, están rodeados de
más de 600 lobbysde las diferentes
corporaciones multinacionales y patronales. Los documentos y negociaciones son
opacos y secretos para el común. No se ha dejado participar a los sindicatos y
a otros grupos de la sociedad civil. Incluso, en algún caso extremo, los goteos
de información interesados, se hacen exclusivamente a empresarios previamente
seleccionados
Después de las negociaciones,
por supuesto, habrá la posibilidad de hablar. Ya los diferentes ‘gobiernos’,
las patronales y corporaciones habrán decidido. Y eso no se puede consentir. Y
no basta que después de la cuarta ronda de negociaciones la Unión Europea haga
una encuesta.
Segundo, por razones de
estricta libertad laboral y para evitar la degradación de las normas laborales
y sociales, evitando el dumping social
y por apoyo al trabajo digno. Efectivamente, cuando los sindicatos en las
reuniones de la Organización Mundial de Comercio mostrábamos nuestras reticencias a que
fuera sólo el precio de las mercancías el único patrón de medida de las mismas,
ya señalábamos los peligros de incentivar un comercio basado en las
desiguales condiciones de trabajo y las normas sociales porque provocaban
un dumping social y erosionaban la base sociolaboral
de aquellas economías con mejores estándares.
Pues bien, Estados Unidos es
un campeón de los incumplimientos de las normas laborales. Mayor que, por
ejemplo, Colombia. No ha ratificado 6 de las 8 principales convenciones de la
OIT, entre ellas las que conciernen a la libertad sindical (nº 87) y a la
negociación colectiva (nº 98). Sólo ha ratificado 14 de los 189 actuales
convenios. Por el contrario, todos los países de la Unión Europea han
ratificado los 8 convenios fundamentales, y en el caso de España, por ejemplo,
se han ratificado 133 de los 189 vigentes.
Hay ejemplos continuos en
Estados Unidos de restricciones a la libertad sindical y de escasez de
negociación colectiva. Constatamos que hay una falta de vacaciones remuneradas,
asistencia sanitaria y prestaciones previsionales universales. Si estamos en tiempos
de crisis y golpes a los trabajadores europeos, los trabajadores
estadounidenses tienen un brazo atado a la espalda.
Tercero. Europa se ha dotado
de unos compromisos relevantes de reducción de emisiones de CO2 y otros
contaminantes. Esto significa una adaptación industrial y normas de producción
y calidades de los productos con los costes iniciales que eso supone. Pero
tomar medidas contra el cambio climático es una cosa de todos. Si
Arcelor-Mittal, General Motors, u otro industrial deslocalizan la producción
europea, para realizarla en otro país con normas ambientales laxas, no se
conseguirá que se luche contra el cambio climático eficazmente y se producirá
un perjuicio para la economía europea. Por lo que sabemos, parece que las
intenciones de ese Tratado son invalidar las normas más rigurosas y fortalecer la
falta de normas o dejarlas más laxas.
Cuarto. Esa erosión calculada
de las normas más rigurosas, sean europeas –las más- o estadounidenses –las
menos-, en lo que respecta al medioambiente, que parece pretenderse de estas
negociaciones opacas del Tratado, se repite en asuntos fitosanitarios, alimentación, el comercio de servicios públicos,
etc.
Quinto. La competencia vía
precios de las mercancías y la búsqueda incesante de localización productiva e
inversiones trae, si no hay más criterios, una competencia fiscal a la baja. Se
podría producir una continua disminución de los ingresos fiscales, sobretodo de
los impuestos sobre el capital, un traslado bascular parcial a los impuestos
indirectos y a una menor presión fiscal, donde la falta de un impuesto sobre
las transacciones financieros y la elusión fiscal propician el olvido, en la
agenda política de los negociadores, de los paraísos fiscales. Estados Unidos,
donde sus corporaciones como Amazon, Google,…eluden los impuestos con el
beneplácito de su Gobierno, tiene una presión fiscal del 24 por ciento
significativamente menor que la de los países de la Unión Europea, incluyendo a
Irlanda, Holanda, Luxemburgo, Austria o España donde también se hacen pinitos
para que sus grandes empresas y personas multimillonarias dejen de pagar
impuestos.
Sexto. El capítulo dedicado a
la protección de las inversiones (o corporaciones), sus normas de arbitraje,
por lo que sabemos, deja en preeminencia a éstas sobre la capacidad
legislativa. Y de la democracia. Parece basarse más en una ‘democracia’
censitaria exclusivo de las multinacionales.
3 comentarios:
Como complemento a esta entrada os aconsejo este artículo de A. Garzón:
http://www.agarzon.net/hundamos-su-union-europea/
Un saludo.
Buenas tardes compañeros. Otro artículo sobre este tema que no tiene desperdicio.
http://www.agarzon.net/50-preguntas-y-respuestas-sobre-el-tratado-de-libre-comercio/
Si algún simpatizante-votante del Psoe lee de rebote algo sobre este tema (por ejemplo estos dos artículos) que medite un poco en el lío que nos van a meter los ***** de sus lideres y lideresas.
Los del pp que también tengan curiosidad (si hay alguien con esa cualidad en ese partido)que también piensen en este fregao. Esto supera con mucho la política doméstica.
EE.UU y la Europa rica se van a comer a la Europa del sur.
Un saludo.
Otro artículo(al principio habla de las elecciones) después aborda el TLC:
http://blogs.publico.es/shangaylily/2014/05/23/iu-es-el-camino-para-una-alter-europa/
Publicar un comentario